Los objetivos son claros y sencillos:
– Introducir el arte del ilusionismo como instrumento pedagógico innovador, alternativo y motivador, mediante el cual se pueden conseguir resultados espectaculares en el desarrollo de los niños.
– Dotar de nuevas e innovadoras herramientas pedagógicas.
– Motivar a los alumnos en su aprendizaje con novedosas, asombrosas y divertidas experiencias.
– Animar a los alumnos en la búsqueda de herramientas alternativas y motivadoras en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
La Magia, a través de estas palabras, consigue abrir la mente de niños hacia el conocimiento y la educación.
La magia resulta un elemento motivador y divertidísimo para niños y adultos y esto les permite desarrollar sus capacidades, habilidades y competencias sin apenas darse cuenta y de forma totalmente lúdica.
Además, a través de la Magia, se desarrollan muchas competencias y habilidades motrices y cognitivas entre las que caben destacar:
– Psicomotricidad fina y gruesa (para manipular y realizar las sutiles y precisas técnicas que esconden nuestros secretos mágicos y moverse acorde a lo que estamos haciendo).
– El pensamiento lógico-matemático (muchos principios que rigen nuestra magia son operaciones matemáticas).
– Creatividad, imaginación, dramatismo y teatralidad (el mago inventa la historia que rodea el desarrollo del juego, es el narrador de historias fascinantes). – Relaciones interpersonales (al comunicarnos con los espectadores de forma activa).
– Capacidad de concentración
– Desarrollo de la coordinación
– Desarrollo del autoconcepto. En estas edades tan cruciales, nosotros los magos dejamos huella profunda en las personas en que se convertirán en nuestros alumnos.
-La memoria (para retener los pasos a seguir para realizar los juegos, o para memorizar la presentación y la charla).
– El pensamiento emocional (el mago debe transmitir diferentes emociones a través de su magia y debe conseguir que los espectadores sientan esas emociones).
– Autoestima y seguridad en sí mismo, ayudando a superar la timidez.
– Desarrollo del concepto de generosidad.
– Desarrollo de la expresión oral y más concretamente de la oratoria en público.
En definitiva, la Magia ayuda a vencer la timidez, aumenta la autoestima de la persona que la realiza ya que hace algo que gusta a los demás, ennoblece el corazón ya que la Magia es algo muy profundo en su desarrollo, pero a la vez muy simple en su objetivo que es fascinar, asombrar y divertir.
La Magia supone una formidable herramienta para el maestro, y tiene como objetivo ayudar a los niños a formarse como personas, como mejores personas, diría yo. Ayuda en el pleno desarrollo de su yo interior para poder integrarse y formar parte de la sociedad desde una forma saludable y equilibrada.